Mañana
es el cumpleaños de una compañera de trabajo, por lo visto va a
celebrar (no sabemos si sola o acompañada) que va a entrar en esa
temida generación de los 30. ¿Que son los 30?
Esta
tarde me he ido a visitar tiendas con la excusa de devolver una
camiseta monísima con pedrería, la lástima es que la pedrería la
he ido perdiendo a cada paso que iba dando, como podéis imaginar,
tenía una enorme calidad. ¿Puede que sea la excusa perfecta para
cambiar una prenda de mala calidad por un par de estupendos zapatos?
¿Otros?, seguramente estéis pensando. Desde hace años tengo
asumido que padezco de una aguda adicción, realmente nada serio,
pero tengo que advertir mis queridos lectores, que ya pueden ir
acostumbrándose a que en mis textos, mis conversaciones e incluso en
mis sueños, aparezcan grandes dosis de zapatos.
No
se si a medida que vamos creciendo a lo largo de nuestra vida vamos
desarrollando una nueva visión/versión de los hechos o es
que nosotros mismos los distorsionamos. Me explico. Cuando yo era
pequeña, una dulce mocosa con el pelo largo y rubio, y conocía a
alguien de la edad de 30 años, veía a esa persona como una “persona
mayor”, alguien felizmente casado y con hijos con los que
seguramente podría jugar. Ahora que yo misma pertenezco a ese club,
no solo no me familiarizo con el matrimonio ni con un montón de
hijos alrededor, sino que ademas me veo, ¿como decirlo?, “demasiado”
pronto para dar ese paso. ¿Pero qué significan los 30? ¿Los 30 se
pueden considerar los nuevos 20?
Desde
luego, llegada a esta edad no creo que a nadie le apetezca pasar de
nuevo por llevar chupetones en el cuello, ni maquillarlos para que
pasen lo mas desapercibido posible, ni que desafortunadamente te
toque experimentar con un precoz en la cama al que acabas de conocer
hace unas escasas horas, ni esas resacas que te dejaban el cuerpo
hecho polvo toda una semana, ni volverías a besar a ningún
desconocido bajo la luz de la discoteca con la mayor borrachera de tu
vida sin importarte nada. En fin, creo que hay algunas etapas que es
mejor dejar atrás, pero lo que si que es cierto, es que a los 30
sigues, o al menos te gustaría seguir viviendo como si tuvieras 20.
Lo notas, sientes que en realidad sigues igual.
Mientras
en mi interior voy divagando sobre estas cuestiones, continúo
paseando por la acera e inevitablemente tengo que hacer el siguiente
paréntesis: ¡Dios mio!. Mi cuerpo acaba de quedarte completamente
inerte delante de un escaparate, al mismo tiempo que mis pupilas se
dilatan y mi boca segrega saliva. ¡No me puedo creer lo preciosa que
es la nueva colección sobre Rusia de Charlotte Olympia! Hoy por hoy,
si tuviera que elegir unos zapatos para casarme la cosa está
bastante reñida entre mis amados Manolos y los atractivos Charlotte
Olympia, que tiene un gusto exquisito y divertido. ¿He dicho
casarme? Bueno, creo que hay que experimentarlo por lo menos alguna
vez en la vida y como no lo descarto, pues una puede fantasear sobre
qué llevaría ese día ¿no?
Lo
que está claro es que creo que los 30 de hoy día pueden ser una
versión mejorada de los 20. Cuando empiezas a cumplir ciertas edades
te preocupas más por tu físico que antes, ahora te aseguras de
hacer deporte para que tus piernas estén tersas y tonificadas, y
poder lucir minifalda y taconazo (siempre con estilo para no parecer
una fulana), te haces la Keratina, una limpieza de cara de tanto en
cuando y ya no llevas las uñas de colores. Ahora trabajas, tienes
responsabilidades como adulta que eres, ya no sales de copas un día
de entre semana cualquiera, ni aguantas la resaca al día siguiente y
por supuesto, ahora no buscas el típico rollo de una noche, ahora
buscas un buen polvo.
Pero
debemos reconocer que en algunos aspectos seguimos actuando como
auténtico veinteañeros, por supuesto que nos sigue gustando el
flirteo, tanto o más como estrenar zapatos nuevos. Pero es muy
cierto que a medida que va pasando el tiempo somo más selectivos, lo
que va acotando nuestra “amplia gama de opciones”.
¿Qué
busca realmente una persona de 30? He de reconocer que si hago una
observación a mi grupo de amigas, esa enorme fuente de sabiduría y
experiencia, miembros gold del club de los 30, puedo encontrar
de todo, pero sí que hay un factor en común en todas ellas y se
trata de la estabilidad.
Anne,
licenciada en Filosofía y Letras, lleva saliendo con Juan 6
fabulosos años. Desde que Juan apareció, ha llevado una estable
vida sentimental y que por supuesto no se ha privado de hacer nada
que no quisiera fuera de la pareja. Signo de estabilidad.
Lara
es nuestra primera casada dentro del grupo, con tal éxito que ahora
está esperando su primer bebé. Martín ha sido el hombre de su
vida desde los 16 años. Signo de estabilidad.
Y
para terminar tenemos dos polos opuestos con un denomidador común.
Sarah y Margot, dos estupendas solteras que buscan el incansable
amor, cada una a su manera. Sarah es de las que piensan que es mejor
ir llamando puertas y Margot opina, que es mejor esperar a aque
alguien llame a la tuya. ¿Signo de estabilidad ? o al menos de
querer tenerla.
Ava N.G.